La Unión Europea está intensificando sus reglas para garantizar más competencia en el sector tecnológico.
Esta vez, Google y Apple han sido objeto de la Comisión Europea, que ha señalado fallos en el cumplimiento de la nueva legislación llamada Digital Markets Act (DMA), creada para evitar que los gigantes tecnológicos abusen de su posición dominante en el mercado.
En el caso de Google, la investigación de la Comisión concluyó que la empresa podría estar favoreciendo sus propios servicios en Google Search, como compras y viajes, en detrimento de la competencia.
Además, Google Play Store estaría dificultando que los desarrolladores dirijan a los usuarios a otras plataformas donde podrían encontrar mejores precios. Si estas prácticas se confirman, Google podría recibir una multa de hasta el 10% de su facturación global.
Por su parte, Apple fue advertida sobre la necesidad de hacer sus dispositivos más compatibles con productos de terceros, como smartwatches de otras marcas.
Según la Unión Europea, este cambio aumentaría la competencia y daría más opciones a los consumidores europeos, que hoy necesitan dispositivos Apple para garantizar la mejor integración con iPhones y iPads.
Apple argumenta, sin embargo, que esto podría perjudicar la seguridad de los usuarios y limitar su capacidad de innovación.
Esta disputa refleja un conflicto creciente entre las empresas tecnológicas de EE.UU. y los reguladores europeos.
Mientras la Unión Europea defiende que más competencia e interoperabilidad son beneficiosas para los consumidores, Apple y Google advierten que estas reglas podrían comprometer la seguridad, aumentar los precios y disminuir la calidad de los servicios.