En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en el gran campo de batalla entre los gigantes tecnológicos.
La empresa OpenAI sorprendió al mundo con el lanzamiento del ChatGPT en 2022, y Google, que ya lideraba las investigaciones en IA desde hace años, se vio presionada a reaccionar rápidamente.
Internamente, la empresa habría dado un plazo de 100 días a su equipo para desarrollar un competidor a la altura, dando inicio a una de las disputas tecnológicas más intensas de los últimos tiempos.
Hoy, dos años después, la IA de Google ha evolucionado significativamente. Los modelos de la línea Gemini, lanzados tras el primer experimento con Bard, ya están entre los mejores del mercado, compitiendo directamente con el ChatGPT en plataformas como la Chatbot Arena.
La vicepresidenta del área de IA de Google, Sissie Hsiao, describió este período como una verdadera «maratón a ritmo de sprint», destacando los desafíos de desarrollar un producto robusto y competitivo en tiempo récord.
Sin embargo, la trayectoria no estuvo exenta de desafíos. El primer lanzamiento de Bard, en febrero de 2023, trajo un error en un anuncio de demostración, impactando su recepción por parte del público.
Más tarde, en diciembre del mismo año, Google reformuló su estrategia y renombró al asistente como Gemini, trayendo avances significativos.
A principios de 2024, surgió otro contratiempo cuando su generador de imágenes presentó errores históricos, lo que llevó a la empresa a revisar el sistema antes de relanzarlo meses después.
A pesar de estos obstáculos, Google sigue confiando en su proyecto. Sundar Pichai, CEO de Alphabet, afirmó que la empresa continúa liderando la revolución de la IA y planea invertir 75 mil millones de dólares este año para acelerar su desarrollo.
El gran diferencial de Gemini será su capacidad de personalización, permitiéndole recordar información y ejecutar tareas de forma integrada en diferentes servicios de Google.
Desde 2016, la empresa se define como «AI-first», es decir, priorizando la inteligencia artificial en sus productos, y todo indica que esta apuesta solo tiende a crecer.