Hace exactamente veinte años, un video sencillo y sin pretensiones llamado «Me at the Zoo» inauguraba YouTube.
Grabado por Jawed Karim, uno de los fundadores de la plataforma, el video mostraba a él frente a elefantes en un zoológico, destacando lo impresionantes que eran sus trompas.
En ese momento, la idea de un sitio web donde cualquier persona pudiera subir videos para que todo el mundo los viera era tan novedosa que, en 2006, el presentador Charles Osgood tuvo que explicar el concepto al público de la televisión norteamericana.
Hoy, YouTube es el segundo sitio más visitado del mundo, solo detrás de Google, que compró la plataforma en 2006 por 1.650 millones de dólares.
Desde entonces, YouTube se ha convertido en parte de nuestra vida diaria. Se estima que más de mil millones de horas de video se ven cada día.
Entre videos graciosos, tutoriales, presentaciones musicales y los famosos videos de gatos, YouTube ha recibido más de 20 mil millones de envíos en su historia.
El video más visto hasta hoy es «Baby Shark Dance», que ha superado la impresionante cifra de 16 mil millones de visitas.
Y la forma en que usamos la plataforma ha cambiado: cada vez más personas ven YouTube directamente en sus televisores, convirtiéndolo en uno de los principales medios de entretenimiento en la sala de estar.
Un punto de inflexión importante ocurrió cuando YouTube comenzó a compartir los ingresos publicitarios con los creadores de contenido.
Creadores como MrBeast, actualmente el más grande del mundo con 380 millones de fans, demuestran que YouTube va mucho más allá de publicar videos: es posible construir comunidades, lanzar marcas propias, hacer giras y transformar la presencia en línea en grandes negocios.
A pesar del enorme éxito, YouTube también enfrenta desafíos.
La plataforma ha sido criticada por cuestiones relacionadas con la privacidad infantil, los impactos en la salud mental y el funcionamiento de su algoritmo, que puede fomentar la exposición a contenidos extremistas.
Según el CEO Neal Mohan, YouTube continúa trabajando para equilibrar la libertad de expresión con políticas de seguridad. Para el futuro, la apuesta está en la inteligencia artificial, que promete transformar aún más la creación de videos.
Ya sea para aprender, divertirse o conectarse, YouTube sigue fiel a su misión: dar voz a todos y mostrar el mundo de nuevas formas.