Google ha lanzado tres nuevas experiencias interactivas centradas en el aprendizaje de idiomas, utilizando su inteligencia artificial Gemini.
Gratuitas, accesibles a través del navegador y con soporte para diversos idiomas —incluyendo el alemán—, estas herramientas prometen facilitar el aprendizaje de manera ligera y divertida, especialmente para quienes están comenzando o desean reforzar su vocabulario para situaciones cotidianas.
La primera experiencia se llama Tiny Lesson. Con ella, el usuario elige una actividad —como «ir al mercado» o «visitar un museo»— y recibe una lista de palabras y frases relacionadas con la situación.
Además de escuchar la pronunciación correcta, es posible acceder a consejos gramaticales y de construcción de frases. Este recurso recuerda a las antiguas guías de bolsillo, pero con la conveniencia de la tecnología y la personalización.
Puede que no sea revolucionario, pero es una forma práctica de aprender expresiones útiles antes de salir a realizar una actividad.
La segunda herramienta, Slang Hang, apuesta por algo que muchas aplicaciones ignoran: el aprendizaje de jerga y expresiones informales.
La propuesta es presentar diálogos simulados entre hablantes nativos, con énfasis en palabras más «de la calle». Aunque el concepto es prometedor, la ejecución aún tiene ajustes que hacer.
En algunas pruebas, por ejemplo, los diálogos parecieron forzados o anticuados. Esto muestra una limitación de la IA actual: comprender y aplicar la jerga requiere sensibilidad al contexto social, algo que los humanos dominan mejor que los algoritmos.
La tercera y última experiencia es Word Cam, que mezcla elementos de Google Lens con Translate.
Solo tienes que apuntar la cámara del celular a objetos a tu alrededor y ver sus nombres traducidos en tiempo real. Al hacer clic en una palabra, el usuario puede ver frases completas con ese término en uso.
Aunque no sustituye a Translate en todas las situaciones, es una herramienta divertida y puede ser muy útil en entornos nuevos, como gimnasios o tiendas con artículos específicos.
Las experiencias aún son simples, pero indican un camino prometedor para la integración entre la IA y la educación.
En el futuro, Google podría ir más allá, ofreciendo contenido ajustado a acentos regionales y contextos culturales, lo que haría que el aprendizaje fuera aún más realista y útil.
Por ahora, estas herramientas sirven como un buen punto de partida para quienes quieren comenzar o recordar un idioma.