Según un informe del analista Gil Luria, de la consultora DA Davidson, Alphabet — la empresa matriz de Google — debería considerar una división completa de sus principales negocios.
El motivo: el avance de las inteligencias artificiales generativas, que están cambiando la forma en que las personas buscan información en internet y amenazan el dominio de Google Search.
Luria explica que, al mantener todo bajo el mismo paraguas, Google está siendo subvalorado por los inversores.
Él defiende que cada una de las áreas de la empresa — como YouTube, Google Cloud, Waymo (coches autónomos) y los sectores de inteligencia artificial — deberían ser empresas independientes, con acciones propias en el mercado.
Esta separación, según él, podría hacer que el valor total de Alphabet salte de menos de $2 billones a hasta $3,7 billones.
La presión por cambios también tiene base jurídica. En 2024, un juez federal de EE.UU. decidió que Google monopoliza ilegalmente el mercado de búsquedas en internet.
Ahora, las autoridades estadounidenses estudian formas de corregir este monopolio. Hay propuestas para que Google venda el navegador Chrome, su red de anuncios e incluso el sistema Android.
A pesar del potencial de valorización, un factor puede impedir cualquier cambio: el control de la empresa aún está en manos de los fundadores Larry Page y Sergey Brin.
Es decir, incluso si los inversores desean la separación, la decisión final depende de los creadores de Google. Para Luria, la gestión actual necesita enfocarse en la generación de valor para los accionistas — y no solo en los beneficios operativos.
Y con el crecimiento de buscadores basados en IA, como Perplexity, él cree que estamos presenciando el comienzo del fin de la búsqueda tradicional.