El Google anunció un acuerdo sin precedentes con la empresa estadounidense Commonwealth Fusion Systems para adquirir 200 megavatios de energía generada por fusión nuclear — incluso cuando esta electricidad aún no existe.
El contrato se refiere a la primera planta comercial de fusión de la empresa, que solo debería comenzar a operar en la década de 2030, en el estado de Virginia, en los Estados Unidos.
La fusión nuclear es considerada la «energía de las estrellas» por ser el mismo proceso que ocurre en el Sol, donde dos átomos se fusionan para liberar una cantidad inmensa de energía.
A diferencia de la fisión nuclear (usada en plantas tradicionales), la fusión no genera residuos radiactivos y no contribuye al calentamiento global. La materia prima también es abundante: proviene del hidrógeno presente en el agua de mar y del tritio, extraído del litio.
El Google no solo firmó el contrato de compra anticipada, sino que también hizo una nueva aportación financiera a Commonwealth para acelerar el desarrollo del reactor SPARC, que se está construyendo en Massachusetts.
La empresa espera que, con el avance de esta tecnología, sea posible utilizar la fusión como una fuente limpia y constante de energía para abastecer sus centros de datos y sistemas de inteligencia artificial, que consumen mucha electricidad de forma continua.
A pesar de que aún no existe un reactor capaz de generar más energía de la que consume, la inversión de Google señala que la carrera por la fusión se está calentando.
Según Bob Mumgaard, CEO de Commonwealth, este es el mayor contrato de suministro de energía por fusión jamás realizado, y la entrada de Google permitirá que la empresa avance de forma paralela en sus dos frentes: finalizar el SPARC y comenzar a construir la futura planta comercial llamada ARC.