El Google está probando una nueva herramienta experimental llamada Opal, que promete facilitar la creación de aplicaciones simples para la web utilizando solo descripciones en lenguaje natural.
La novedad forma parte del Google Labs, un espacio dedicado a la prueba de tecnologías en desarrollo, y está disponible inicialmente para usuarios en los Estados Unidos.
El funcionamiento de Opal se basa en inteligencia artificial. El usuario describe, en pocas palabras, el tipo de aplicación que desea crear, y el sistema utiliza modelos de IA propios de Google para generar automáticamente una versión funcional de la idea.
También es posible comenzar a partir de modelos predefinidos disponibles en la galería y realizar cambios según sea necesario.
El diferencial de la herramienta está en la interfaz visual, que muestra todo el flujo de creación de la aplicación, incluyendo las entradas, salidas y las etapas de generación.
El usuario puede interactuar con cada parte de este flujo, ver qué indicaciones se utilizaron e incluso editar manualmente los pasos para refinar el resultado final.
Además, Opal permite publicar la aplicación en la web y compartir el enlace con otras personas para pruebas.
Con este enfoque, Google se une a empresas como Canva, Figma y Replit, que están creando soluciones para democratizar el desarrollo de aplicaciones.
La propuesta de Opal es ampliar el acceso a este tipo de creación, incluso para quienes no tienen conocimientos técnicos en programación.