El Firefox 141 ha traído mejoras importantes, especialmente para quienes usan Linux. Una de las principales novedades es la forma en que las actualizaciones del navegador se realizan en segundo plano, sin interrumpir el uso del programa.
Antes, los usuarios de Linux necesitaban cerrar y reabrir Firefox para que las actualizaciones instaladas en el sistema fueran aplicadas. Esto ocurría, por ejemplo, en las distribuciones que usan el paquete Snap, como Ubuntu, donde las actualizaciones se realizan automáticamente en segundo plano.
Ahora, con el Firefox 141, es posible continuar navegando normalmente incluso después de que la actualización esté instalada, y el navegador solo necesita ser reiniciado cuando el usuario lo desee. Este cambio hace que el proceso sea más práctico y menos invasivo, ayudando a mantener el navegador siempre seguro y actualizado sin causar interrupciones. Además, otras distribuciones que usan el sistema de actualizaciones automáticas, como Debian, también se benefician de esta mejora.
Además, el Firefox 141 promete consumir menos memoria, algo que puede mejorar el rendimiento en máquinas Linux, especialmente aquellas con hardware más modesto. La actualización también trae novedades para otros sistemas operativos, como soporte p