🧠 Puntos clave:
- Los usuarios prueban herramientas de IA como ChatGPT y Gemini, pero aún comienzan sus búsquedas en Google.
- Los resúmenes generados por IA reducen los clics en sitios web, lo que preocupa a editores y creadores de contenido.
- El hábito de “googlear” sigue siendo la mayor barrera para la sustitución total por la IA.
Un nuevo estudio del Nielsen Norman Group muestra que la inteligencia artificial generativa está cambiando la forma en que las personas buscan información, pero no ha logrado destronar a Google como puerta de entrada.
A pesar de la creciente popularidad de herramientas como ChatGPT, Gemini y los resúmenes automáticos del propio Google, la mayoría de los usuarios sigue manteniendo la costumbre de comenzar sus búsquedas en el buscador tradicional.
El impacto de la IA en los clics
Según la investigación, los resúmenes de IA mostrados directamente en los resultados de Google disminuyen la necesidad de visitar sitios web. Esto significa menos tráfico para editores y creadores de contenido, un problema que ya se discutía desde la llegada de los snippets y que ahora toma más fuerza con la IA.
La eficiencia percibida en las herramientas de IA
Cuando los participantes del estudio usaron ChatGPT o Gemini para tareas más complejas, reportaron que la experiencia fue más rápida y práctica que la búsqueda tradicional. Sin embargo, ninguno confió únicamente en la IA: todos recurrieron a Google en algún momento para confirmar información o acceder a páginas específicas.
El peso del hábito y la familiaridad
El estudio también destacó que la fortaleza de Google radica en el hábito. Así como “googlear” se convirtió en sinónimo de buscar en internet, algunos usuarios ya llaman a ChatGPT simplemente “Chat”. Esta familiaridad con las marcas puede ser decisiva en la disputa entre buscadores tradicionales y herramientas de IA.
Conclusión: La investigación sugiere que estamos ante una evolución, no una revolución. La IA está transformando el proceso de búsqueda, pero Google sigue firme como punto de partida. El mayor obstáculo para la adopción total de la IA no es la tecnología en sí, sino el comportamiento humano.