📱 Puntos clave:
- Google reconoce oficialmente que la resistencia al agua y al polvo de los teléfonos Pixel disminuye con el tiempo.
- La certificación IP68 solo es válida cuando el dispositivo sale de fábrica, pero no garantiza protección permanente.
- Los daños por líquidos siguen sin estar cubiertos por la garantía, incluso en modelos con certificación.
Muchos consumidores creen que un teléfono con certificación IP68 es «a prueba de agua» y «a prueba de polvo». En la práctica, no es así.
El estándar IP68 indica que el dispositivo fue probado en condiciones controladas de laboratorio, resistiendo la inmersión en agua dulce por un tiempo limitado y evitando la entrada de polvo en situaciones específicas.
El problema es que esta protección no es eterna. Con el uso diario, caídas, arañazos, reparaciones e incluso la exposición a sustancias como cloro y sal, las juntas del dispositivo se desgastan.
Lo que Google declaró por primera vez
Por primera vez, Google dejó esto claro en los materiales de promoción del Pixel 10 Pro Fold. En un aviso en letra pequeña, la empresa afirma que:
- La resistencia al agua y al polvo no es una condición permanente y puede perderse con el tiempo.
- Los daños causados por líquidos no están cubiertos por la garantía.
Esto significa que, si el teléfono muestra signos de contacto con agua, incluso siendo IP68, el servicio técnico puede considerar que hubo mal uso.
¿Qué cambia para el consumidor?
En la práctica, esta declaración no modifica las reglas ya aplicadas por todos los fabricantes, pero aporta más transparencia. Hasta ahora, pocas empresas hablaban de manera tan directa sobre las limitaciones de la certificación.
La lección para el usuario es clara:
- No confundir resistencia con inmunidad. El teléfono puede soportar salpicaduras ocasionales o una caída rápida en el agua, pero no debe tratarse como un dispositivo submarino.
- Se recomienda evitar inmersiones intencionales, proteger el dispositivo en entornos con mucho polvo y recordar que, con el tiempo, la protección se desgasta.