✨ Puntos destacados:
- Demis Hassabis, director ejecutivo de Google DeepMind, afirma que la habilidad más importante del futuro será «aprender a aprender».
- Las transformaciones aceleradas de la inteligencia artificial exigirán una adaptación continua a lo largo de la carrera profesional.
- Expertos y líderes advierten sobre los riesgos de desigualdad si los beneficios de la tecnología no se distribuyen de manera justa.
Un escenario clásico para un debate moderno
El pasado viernes, el antiguo teatro romano Herodes Ático, ubicado a los pies de la Acrópolis en Atenas, fue el escenario de una conversación sobre el futuro de la inteligencia artificial.
El evento reunió a Demis Hassabis —fundador y CEO de Google DeepMind y ganador del Premio Nobel de Química en 2024— con el primer ministro de Grecia, Kyriakos Mitsotakis.
Hassabis destacó que la sociedad está entrando en un período de cambios tan rápidos que resulta casi imposible predecir cómo será la próxima década. Según él, la única certeza es el enorme impacto que tendrá la inteligencia artificial en la educación, el trabajo y la vida cotidiana.
La importancia de las «meta-habilidades»
El científico enfatizó que, más que memorizar contenido, será esencial desarrollar lo que él denomina «meta-habilidades». En la práctica, esto significa:
- Saber cómo aprender.
- Adaptar estrategias de estudio.
- Reciclarse constantemente a lo largo de la vida profesional.
Esta visión está conectada con el debate sobre la inteligencia artificial general: sistemas capaces de resolver una amplia gama de tareas a un nivel comparable al humano.
Hassabis cree que esta realidad podría llegar en menos de diez años, lo que promete grandes avances, pero también riesgos sociales y económicos.
La advertencia sobre la desigualdad
Durante el evento, Mitsotakis señaló un punto crítico: la necesidad de distribuir de manera justa los beneficios de la tecnología.
Según él, si solo unas pocas empresas acumulan riqueza extraordinaria, el riesgo de desigualdad social y desconfianza popular hacia las transformaciones digitales aumentará significativamente.
Su intervención refuerza un dilema ya presente en el panorama tecnológico: ¿cómo garantizar que las innovaciones en áreas como la salud, la educación y los servicios públicos sean realmente accesibles para la mayoría de las personas, y no solo concentradas en grandes grupos privados?