La repentina dimisión de Sam Altman de OpenAI el pasado viernes resultó en grandes pérdidas financieras para Microsoft.
La gigante tecnológica había invertido 13 mil millones de dólares para adquirir el 49% de OpenAI, pero vio caer su valor de mercado en impresionantes 80 mil millones de dólares después del incidente. Antes valorada en 86 mil millones de dólares, la incertidumbre rodea el valor actual de OpenAI.
Esta disminución en el valor de OpenAI representa un gran revés para Microsoft, ya que su participación del 49% ahora vale menos que cero, lo que resulta en una pérdida considerable.
Para la empresa tecnológica, la única esperanza es reinstalar a Sam Altman y Greg Brockman, además de obtener un asiento en un nuevo consejo, o adquirir el 100% de la empresa restante y apartar al consejo actual.
La reciente declaración de Sam Altman en la APEC (Cooperación Económica Asia-Pacífico) la semana pasada indica que la creación de la Inteligencia Artificial General (AGI) está más cerca de lo que se imagina.
Sin embargo, el actual consejo de OpenAI tiene una cláusula de protección que establece que si declararan haber alcanzado la AGI, todos los derechos tecnológicos serían devueltos al consejo, como una especie de «píldora de cianuro».
En este escenario, Microsoft necesita tomar el control de OpenAI antes de que alcancen la AGI, con o sin la presencia de Sam Altman y Greg Brockman.