Sabemos lo importante que es la IA para el avance de la tecnología, ¡pero qué alto costo ambiental!
Google tiene metas ambiciosas para reducir la contaminación, pero las emisiones solo aumentan. Es como si diéramos dos pasos hacia adelante y uno hacia atrás.
Hace años, Google prometió reducir la contaminación a la mitad para 2030. Sin embargo, desde 2019, las emisiones han aumentado un 48%. El año pasado, fueron 14.3 millones de toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a 38 plantas de energía a gas.
Según el informe ambiental de Google, la culpa es principalmente del gasto de energía en los centros de datos y la cadena de suministro. Estos centros de datos consumen enormes cantidades de energía, y los utilizados para entrenar IA consumen aún más.
Solo el gasto en electricidad, en su mayoría proveniente de los centros de datos, añadió casi 1 millón de toneladas más de contaminación a la cuenta de la empresa el año pasado.
Google está invirtiendo fuertemente en IA, al igual que otras gigantes de la tecnología. En el informe, ellos mismos admiten la dificultad de reducir las emisiones con la creciente integración de la IA en los productos.
Dicen que el consumo de energía aumentará debido a la computación más intensa de la IA y a la expansión de la infraestructura técnica. Solo el consumo de electricidad de sus centros de datos creció un 17% en 2023, y la tendencia es que continúe así.
Estiman que sus centros de datos ya fueron responsables del 10% del consumo global de electricidad para centros de datos en 2023.
A pesar de todo, Google está intentando hacer que los centros de datos, el hardware y los modelos de IA sean más eficientes. También tienen la meta de usar energía limpia las 24 horas del día en todas las redes de energía que utilizan para 2030.