Geoffrey Hinton, conocido como el «padre de la inteligencia artificial», está preocupado por una decisión reciente de Google.
La empresa decidió retirar de sus principios corporativos una promesa antigua: no usar la IA en el desarrollo de armas y sistemas de vigilancia.
Para Hinton, este cambio es un ejemplo claro de cómo las empresas priorizan las ganancias en detrimento de la seguridad y la ética.
Hinton, quien ganó el Premio Nobel de Física en 2024 por sus contribuciones a la IA, fue uno de los creadores de la tecnología de redes neuronales, base de la inteligencia artificial moderna.
Trabajó en Google durante años, pero dejó la empresa en 2023 para poder criticar públicamente decisiones que considera arriesgadas. Ahora, ve el cambio en la política de Google como un retroceso peligroso.
La empresa justificó la decisión afirmando que los países democráticos necesitan usar la IA para proteger su seguridad nacional, especialmente en un escenario geopolítico cada vez más complejo.
Sin embargo, Hinton y otros expertos temen que esta apertura permita el desarrollo de armas autónomas, que podrían causar daños sin supervisión humana.
Stuart Russell, otro renombrado científico de la computación, calificó la decisión de «perturbadora» y advirtió sobre el riesgo de crear «armas de destrucción masiva baratas y de fácil proliferación».
La polémica también generó reacciones dentro de la propia Google. Empleados vinculados a la campaña «No Tech for Apartheid» afirman que el cambio es una traición a la confianza de los trabajadores, muchos de los cuales nunca estarían de acuerdo en trabajar para una empresa con fines militares.
Prometen resistir a la decisión, reforzando la idea de que la tecnología debe ser usada para el bien de la humanidad, y no para su destrucción.
Mientras tanto, el debate sobre los límites de la IA continúa acalorado, con Hinton y otros expertos pidiendo más responsabilidad a las grandes empresas de tecnología.
Después de todo, como él mismo dijo: «No se necesita ser muy inteligente para matar personas».
