¿Alguna vez te has preguntado por qué, cada vez que accedes a un sitio web, tienes que demostrar que no eres un robot haciendo clic en fotos de semáforos, autobuses o bicicletas?
Pues bien, esos molestos tests, conocidos como CAPTCHAs, pueden ser mucho más que una simple herramienta de seguridad.
Un estudio de 2023 de la Universidad de California en Irvine reveló que Google, propietario del sistema reCAPTCHA, ha convertido estos tests en una verdadera mina de oro, ganando miles de millones de dólares con los datos recopilados.
El estudio, titulado «Dazed and Confused: A Large-Scale Real-World User Study of reCAPTCHAv2», mostró que Google utiliza los CAPTCHAs de dos maneras principales.
La primera es a través de los tests «invisibles», que analizan tu comportamiento mientras haces clic en la casilla «no soy un robot».Estos tests generan cookies de seguimiento, que pueden ser utilizadas para dirigir anuncios personalizados.
La segunda forma son los CAPTCHAs basados en imágenes, donde seleccionas objetos como coches, motos o señales de tráfico. Estas imágenes, a menudo tomadas de Google Street View, ayudan a entrenar los sistemas de inteligencia artificial de Google, que luego pueden vender estos datos a otras empresas.
Pero, ¿qué significa esto en la práctica? Según el estudio, entre 2010 y 2023, los usuarios pasaron 819 millones de horas resolviendo CAPTCHAs. ¡Esto equivale a 1.182 vidas humanas completas!
Y Google se ha beneficiado de ello: los investigadores estiman que el valor de los datos recopilados puede alcanzar los 32.300 millones de dólares, mientras que las cookies de seguimiento generaron un beneficio impresionante de 888.000 millones de dólares.
En otras palabras, cada vez que haces clic en un CAPTCHA, estás ayudando a Google a ganar dinero.
A pesar de todas estas ganancias, el estudio cuestiona la eficacia de los CAPTCHAs. Los bots, programas automatizados que deberían ser bloqueados por estos tests, ya son más rápidos que los humanos para resolver CAPTCHAs de casillas y casi tan precisos como nosotros en las tareas de reconocimiento de imágenes.
Además, las cookies de seguimiento pueden representar riesgos para la privacidad de los usuarios.
Para los investigadores, el reCAPTCHA ya no es una herramienta de seguridad, sino una «granja de cookies de seguimiento para obtener beneficios, disfrazada de servicio de seguridad».
Mientras tanto, Google sigue ganando dinero con los CAPTCHAs, y nosotros seguimos haciendo clic en semáforos y autobuses sin saber que, al final, estamos trabajando gratis para una de las empresas más grandes del mundo.