Eric Schmidt, ex-CEO de Google, ha expresado sus preocupaciones sobre los riesgos de la inteligencia artificial (IA) siendo utilizada para fines peligrosos.
En una entrevista con la BBC, Schmidt señaló que la amenaza más grave no radica en los temores comunes sobre la IA, sino en el potencial uso de esta tecnología por parte de terroristas o gobiernos considerados hostiles.
«Lo que realmente me asusta no es lo que la gente suele hablar sobre la IA – me refiero a riesgos extremos», afirmó. El exejecutivo mencionó a países como Corea del Norte, Irán y Rusia como posibles agentes que podrían explotar la IA para crear armas biológicas altamente destructivas.
Para evitar este escenario, Schmidt aboga por que los gobiernos supervisen de cerca el desarrollo de la IA por parte de las empresas privadas, asegurando un equilibrio entre seguridad e innovación. Sin embargo, advierte que un exceso de regulación podría perjudicar los avances tecnológicos.
También expresó su apoyo a las restricciones impuestas por Estados Unidos a la exportación de microchips avanzados, que son fundamentales para los sistemas de IA más poderosos.
La medida, implementada por el gobierno de Biden, busca frenar el progreso tecnológico de naciones adversarias, aunque podría ser revisada en futuras administraciones, como la de Donald Trump.
«Si un régimen con intenciones cuestionables tiene acceso a esta tecnología, los impactos pueden ser devastadores», explicó Schmidt.
El exejecutivo de Google también comparó este riesgo con el terrorismo global, mencionando la posibilidad de un «escenario Bin Laden», en el que un individuo malintencionado podría usar la IA para atacar a la sociedad de maneras inéditas.
«Siempre me he preocupado por la idea de que alguien realmente cruel pueda explotar la tecnología para hacer daño a personas inocentes», afirmó. Para Schmidt, es crucial encontrar un punto de equilibrio entre regulación e innovación, asegurando que la IA no sea utilizada para fines destructivos sin impedir el avance del sector.
«El futuro de la IA está siendo moldeado por empresas privadas, y los gobiernos necesitan comprender esta dinámica sin crear barreras excesivas», dijo.
Además de las preocupaciones sobre la IA, Schmidt también abordó el impacto de la tecnología en la vida cotidiana, especialmente entre los niños.
Él, que lideró Google durante la adquisición de Android, reconoció que los smartphones han transformado profundamente la sociedad y ahora apoya iniciativas que restringen su uso en las escuelas.
«Nosotros, en el sector tecnológico, no siempre anticipamos el impacto real de nuestras innovaciones. Yo mismo no lo comprendí totalmente en el pasado, y asumo mi parte de responsabilidad», afirmó.
Defiende un mayor control sobre el acceso de los niños a las redes sociales y sugiere que los menores de 16 años no tengan perfiles en estas plataformas.
«¿Por qué estamos llevando a cabo un experimento tan grande y descontrolado con las personas más importantes para el futuro, que son las nuevas generaciones?», cuestionó Schmidt.