Google recientemente lanzó una actualización en sus pautas de búsqueda que ha dejado a los propietarios de sitios web irritados y preocupados.
La actualización favorece el contenido generado por inteligencia artificial (IA), lo que ha llevado a una caída significativa en el número de visitas a los sitios web.
Los propietarios temen un escenario en el que el contenido de calidad se vea oscurecido por una avalancha de palabras sin sentido producidas por máquinas o incluso traducciones completas hechas automáticamente.
Google justifica el cambio como una forma de combatir sitios web que simplemente reciclan información antigua, pero la ironía es que están promoviendo el contenido generado por IA mientras penalizan contenido similar a IA.
La cuestión central es la distinción entre el contenido generado por IA y el contenido producido por humanos. Google afirma que el uso de la IA para crear contenido no está prohibido, siempre que cumpla con sus estándares de calidad.
Sin embargo, con la creciente facilidad y rapidez de la generación de contenido por IA, cada vez es más difícil distinguir entre el trabajo humano y el trabajo de las máquinas.
En este escenario caótico, Google ahora tiene la desafiante tarea de evaluar la calidad de las publicaciones generadas por IA.
A medida que la creación de contenido por IA se vuelve más accesible, podemos esperar una inundación de contenido generado por máquinas.
Esta batalla algorítmica apenas está comenzando y los propietarios de sitios web enfrentan un futuro incierto en cuanto a la visibilidad de su contenido en los resultados de búsqueda de Google.