La competencia por la computación cuántica se está calentando, y Amazon acaba de entrar en el juego con un anuncio que promete cambiar las reglas.
La empresa reveló su primer prototipo de chip cuántico, llamado Ocelot, desarrollado por el AWS Center for Quantum Computing en Pasadena, California.
Según Amazon, esta nueva tecnología puede reducir los costos de corrección de errores en hasta un 90%, un avance crucial para hacer que las computadoras cuánticas sean más viables y accesibles en el futuro.
Pero, después de todo, ¿qué hace que la computación cuántica sea tan especial? A diferencia de las computadoras tradicionales, que usan bits (0s y 1s) para procesar información, las cuánticas utilizan qubits.
Estos qubits pueden ser electrones, fotones u otras partículas subatómicas y tienen una capacidad increíble: pueden ser 0 y 1 al mismo tiempo, gracias a un fenómeno llamado superposición.
Lo que permite que las computadoras cuánticas realicen cálculos mucho más complejos y rápidos que las tradicionales. Sin embargo, cuantos más qubits se usan, mayor es la posibilidad de que ocurran errores, lo que hace que la tecnología sea desafiante y costosa. Ahí es donde entra en escena el Ocelot.
El chip de Amazon utiliza una tecnología innovadora llamada cat qubits, que ofrece protección natural contra un tipo específico de error cuántico, conocido como bit-flip.
De esta manera, la empresa ha logrado integrar esta solución en un microchip, junto con otros componentes de corrección de errores, de manera eficiente y escalable.
Según los especialistas de Amazon, este enfoque puede acelerar el desarrollo de computadoras cuánticas prácticas y accesibles, capaces de resolver problemas que hoy se consideran imposibles.
Amazon no está sola en esta carrera. Microsoft también anunció recientemente su chip cuántico, el Majorana 1, que utiliza un nuevo estado de la materia llamado superconductividad topológica.
Por su parte, Google presentó en diciembre su chip Willow, que redujo drásticamente la tasa de errores al añadir más qubits.
Estos avances muestran que la computación cuántica se está convirtiendo en una realidad cada vez más cercana, con el potencial de transformar sectores como la salud, la energía y la inteligencia artificial.