Hace 24 años, Google operaba con poco más de 100 servidores, apilados en bastidores ensamblados por Sergey Brin y Larry Page utilizando piezas baratas, incluyendo almohadillas de corcho aislante, para reducir el costo de su infraestructura de búsqueda.
El enfoque de bricolaje (hazlo tú mismo) de servidores personalizados permitió que la empresa creciera de manera más económica y eficiente, con un sistema redundante a nivel de máquina en lugar de a nivel de componente, con el objetivo de maximizar el rendimiento por área física.
Los fundadores de Google se dieron cuenta desde el principio de que la mejor manera de expandirse de manera económica era especificar un diseño de servidor simple por sí mismos, en lugar de comprar equipos ya hechos.
Este enfoque permitió que la empresa personalizara su infraestructura de servidores para satisfacer las necesidades específicas del negocio, lo que inspiró a otras empresas de tecnología a seguir el mismo camino.
En 1999, Google realizó su pedido más grande de servidores de todos los tiempos: 1.680 servidores. El pedido describía 21 armarios, cada uno con 60 ventiladores y dos fuentes de alimentación para alimentar esos ventiladores.
Cada servidor estaba compuesto por una placa base Supermicro, 265 megabytes de memoria, CPU Intel Pentium II 400, dos discos duros IBM Deskstar de 22 gigabytes, una tarjeta de red Intel 10/100 y un cable Ethernet Cat. 5 de 7 pies, entre otros componentes.
Aunque la cantidad de dinero que Google gasta en infraestructura es ahora mucho mayor que en 1999, el enfoque de bricolaje de Google para los servidores sigue siendo una parte importante de su cultura corporativa.
La empresa diseña su propio hardware de servidor desde entonces, lo que le permite innovar y experimentar a gran escala sin depender exclusivamente de proveedores externos.