¿Alguna vez te has dado cuenta de cuántos servicios de Google utilizas todos los días? Incluso si esta no ha sido una elección consciente, es muy probable que tu rutina digital esté profundamente conectada al ecosistema del gigante de Mountain View.
Todo comienza con la gratuidad. La mayoría de los servicios de Google, como Búsqueda, Gmail, YouTube, Maps, Fotos, Drive, entre tantos otros, se ofrecen de forma gratuita, lo que facilita (y mucho) la adhesión del público.
Basta con crear una cuenta para acceder a prácticamente todo. Y como no hay costo inicial, millones de usuarios alrededor del mundo experimentan los servicios sin miedo.
Poco a poco, esa experimentación se convierte en hábito. Cuando nos damos cuenta, estamos usando varios productos conectados entre sí, con practicidad y sin complicaciones.
Otro factor importante es el poder de los estándares. Quienes utilizan celulares Android, por ejemplo, ya encuentran diversas aplicaciones de Google instaladas de fábrica. Chrome, YouTube, Gmail, Maps y la Play Store son parte del sistema operativo más usado en el mundo.
Incluso los usuarios de iPhone terminan utilizando Google, ya que Safari, el navegador estándar de Apple, viene con la búsqueda de Google activada.
Como la mayoría de las personas no suele alterar estas configuraciones, el ecosistema se vuelve presente casi de manera natural.
Y incluso quienes intentan escapar de Google aún encuentran barreras. Muchos sitios utilizan herramientas como Google Analytics o alojan videos en YouTube.
El servicio reCAPTCHA, que ayuda a diferenciar humanos de bots en formularios, también es de Google. Sin contar la amplia red de publicidad de la empresa, que muestra anuncios en miles de sitios y aplicaciones.
En otras palabras: incluso sin usar directamente los servicios principales, probablemente estás conectado a los sistemas de Google de alguna forma.
El hecho es que Google no es solo una empresa de búsquedas. Con el tiempo, se transformó en un conjunto de soluciones que atienden comunicación, entretenimiento, productividad y navegación, todo integrado y con enfoque en la experiencia del usuario.
Esta combinación de accesibilidad, eficiencia y conveniencia ayuda a explicar por qué, incluso sin planearlo, muchos de nosotros ya hemos hecho de Google una parte esencial de nuestro cotidiano digital.