En los últimos diez años, más de 600 millones de sitios han comenzado a ofrecer conexiones seguras con certificados digitales gratuitos del proyecto Let’s Encrypt.
Esta iniciativa, que comenzó con el objetivo de facilitar y democratizar el uso del protocolo HTTPS, ha tenido un papel fundamental en la transformación de Internet en un entorno más seguro para todos.
Antes de Let’s Encrypt, garantizar una conexión segura requería conocimiento técnico y una inversión financiera significativa. Los certificados digitales, que autentican sitios y cifran las conexiones, podían costar hasta 1.500 dólares por año y eran difíciles de configurar.
Esto hacía que, hasta 2015, solo alrededor del 7% de los sitios más populares de Internet utilizaran HTTPS, a pesar de la creciente preocupación por la privacidad y la seguridad en línea.
La idea de cambiar este escenario surgió en 2012, cuando organizaciones como Mozilla, Electronic Frontier Foundation (EFF) y la Universidad de Michigan unieron fuerzas para crear una solución más accesible.
En 2013, nació el Internet Security Research Group (ISRG), una entidad sin fines de lucro que lanzó oficialmente Let’s Encrypt en 2015. A partir de entonces, todo cambió: el proceso de emisión de certificados se volvió automatizado, gratuito y extremadamente simple, gracias al protocolo ACME.
Grandes empresas como Cisco e IdenTrust también apoyaron el proyecto, permitiendo que los navegadores comenzaran a reconocer los certificados emitidos.
Hoy, cerca del 88% de las páginas cargadas en Internet ya utilizan HTTPS. El éxito de Let’s Encrypt no se resume a los números.
Él ayudó a redefinir los estándares de seguridad de la web y eliminó barreras técnicas y financieras que antes impedían que sitios más pequeños protegieran a sus visitantes.
Let’s Encrypt y Google
Aunque Google no es uno de los creadores de Let’s Encrypt, apoya el proyecto de manera significativa. La empresa es una de las patrocinadoras del Internet Security Research Group (ISRG), ayudando a financiar la operación gratuita y abierta de Let’s Encrypt.
Además, Google es un gran impulsor de la adopción de HTTPS, promoviendo buenas prácticas de seguridad en la web.
Desde 2014, Google comenzó a considerar el uso de HTTPS como un factor de clasificación en los resultados de búsqueda, incentivando a los sitios a adoptar conexiones seguras.
Esta medida se reforzó en 2018, cuando el navegador Chrome comenzó a alertar a los usuarios sobre sitios que no utilizaban HTTPS, clasificándolos como «no seguros».
Este cambio generó un aumento significativo en la adopción de certificados digitales, y muchos de los nuevos usuarios optaron por Let’s Encrypt debido a su facilidad y costo cero.
Con esto, Google, aunque no esté en la primera línea del proyecto, contribuyó de manera decisiva para que Let’s Encrypt alcanzara una escala global.