Imagine un mundo donde la inteligencia artificial (IA) puede curar enfermedades, crear fuentes de energía limpia e incluso ayudarnos a explorar las estrellas.
Esa es la visión de Demis Hassabis, el líder de Google DeepMind, una de las mentes más brillantes detrás de los avances de la IA moderna.
En una entrevista reciente con la revista TIME, Hassabis, quien ganó el Nobel de Química en 2024 por su trabajo con AlphaFold (un sistema que predice estructuras de proteínas), compartió sus ideas sobre el futuro de la IA, sus increíbles beneficios y los desafíos que debemos enfrentar.
Hassabis es apasionado por crear algo llamado Inteligencia Artificial General (AGI), una IA tan inteligente como un ser humano, capaz de resolver problemas complejos en diversas áreas.
Él cree que esto podría suceder incluso en esta década. Por ejemplo, la AGI podría ayudar a los científicos a desarrollar tratamientos para enfermedades hoy incurables o crear baterías más eficientes para automóviles eléctricos.
Ve la IA como una herramienta poderosa para resolver grandes problemas, como el cambio climático. “Sin la IA, estaría muy preocupado por el futuro de la humanidad”, dijo.
Pero para hacer esto realidad, se necesitan computadoras extremadamente potentes, y Google, propietario de DeepMind, es una de las pocas empresas con estos recursos.
Sin embargo, no todo es tan simple. Hassabis advirtió que la IA es como un arma de doble filo: puede ser usada para el bien, pero también para el mal.
Por ejemplo, si cae en las manos equivocadas, alguien podría usar la IA para crear cosas peligrosas, como armas químicas. También le preocupa el control de la IA en el futuro, cuando se vuelva más independiente.
Cuando DeepMind fue comprada por Google en 2014, Hassabis hizo que la empresa prometiera que su tecnología no sería utilizada para fines militares. Pero hoy, esa promesa ha cambiado, y DeepMind trabaja con gobiernos, incluidos los militares de EE. UU. e Israel.
Explica que el mundo es más peligroso y colaborar con los gobiernos es necesario para proteger los valores democráticos y avanzar en áreas como la ciberseguridad.
Para evitar problemas, Hassabis defiende que el mundo necesita crear reglas globales para la IA, como un acuerdo entre países y empresas. Temen que, sin esto, la sociedad no esté preparada para manejar una tecnología tan poderosa.
A pesar de estos desafíos, sigue siendo optimista. Como científico, Hassabis quiere usar la IA para desentrañar los secretos del universo, desde la biología hasta la física.
Para él, la IA no es solo una herramienta, sino una oportunidad de transformar el mundo en un lugar mejor, con más igualdad y oportunidades.