Un proyecto de construcción de la planta desalinizadora más grande de Brasil, ubicada en la Praia do Futuro en Fortaleza, está enfrentando críticas y preocupaciones debido al posible impacto en la conexión a Internet en todo el país.
La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) señala que la región alberga 17 cables submarinos de fibra óptica que son esenciales para garantizar el servicio de Internet en todo el territorio nacional.
Estos cables submarinos también proporcionan conectividad a países vecinos e incluso al continente africano, convirtiéndose en el segundo centro de sistemas ópticos más grande del mundo, solo detrás de Marsella, en Francia.
Según el UOL, Anatel expresó su preocupación de que las obras de la planta puedan causar daños a la infraestructura de los cables submarinos, que son responsables del 99% del tráfico de datos en Brasil y permiten la interconexión del país con el resto del mundo. En caso de daño, la conexión a Internet podría verse afectada o incluso interrumpida.
En respuesta a estas preocupaciones, Anatel emitió una recomendación en contra del proyecto, lo que resultó en la suspensión de las obras durante al menos seis meses. El objetivo es evitar cualquier interferencia que pueda afectar a los cables submarinos. El proyecto de la planta, que tenía prevista su finalización en 2025, se detuvo temporalmente.
Aunque el gobierno de Ceará afirma que no hay riesgos y que no es viable cambiar la ubicación de la planta, la empresa responsable del proyecto, Cagece, sostiene que ya se han realizado modificaciones para aumentar la distancia entre los cables submarinos y la infraestructura de la planta. Cagece asegura que el proyecto actual no representa ningún riesgo para el funcionamiento de los cables submarinos en la Praia do Futuro.
Ahora se espera que estas medidas tranquilicen a Anatel y permitan la reanudación de las obras.