Hace poco más de una década, mientras Android e iOS ya dominaban el mercado de smartphones, una serie de iniciativas intentaban romper este duopolio.
Una de las más prometedoras vino de Mozilla, creadora del navegador Firefox: Firefox OS, un sistema operativo móvil basado en código abierto, con enfoque en accesibilidad, ligereza y libertad para desarrolladores.
Lanzado oficialmente en 2013, el Firefox OS fue desarrollado con las mismas tecnologías de la web, como HTML, CSS y JavaScript, y prometía un entorno donde las aplicaciones serían esencialmente páginas web avanzadas, funcionando como si fueran aplicaciones nativas.
La idea era simple, pero audaz: ofrecer a los usuarios una experiencia completa sin depender de las grandes tiendas de aplicaciones o sistemas cerrados.

Mozilla llegó a lanzar el sistema en varios dispositivos de bajo costo, como los modelos ZTE Open y Alcatel Onetouch Fire, dirigidos principalmente a mercados emergentes.
Sin embargo, el rendimiento de estos dispositivos era limitado debido al hardware modesto, lo que comprometió la experiencia del usuario.
Además, la ausencia de una tienda robusta de aplicaciones, comparable a la Play Store o a la App Store, dificultó aún más su adopción.
El proyecto fue oficialmente cerrado en 2017, pero su legado continúa vivo de manera discreta. KaiOS, un sistema operativo utilizado en teléfonos simples y populares (como los flip phones), fue derivado del Firefox OS y aún se usa en varios países.
Hoy, el sistema de Mozilla es recordado como un intento valiente de traer más diversidad al universo móvil, un esfuerzo que, aunque no se consolidó en el mercado, permanece como símbolo de la lucha por una web más abierta y accesible.