En los últimos tiempos, han surgido términos como GEO (Generative Engine Optimization) y LEO (Large Language Model Optimization), que prometen reinventar el SEO ante el auge de la inteligencia artificial.
Sin embargo, según Pedro Dias — ex-Google y especialista en SEO — estas siglas son, en realidad, intentos de dar un nombre nuevo a algo que nunca fue totalmente comprendido.
La realidad es que no existe nada más allá del SEO. Lo que está cambiando es el escenario en el que se aplica, especialmente con la entrada de la IA como agente activo en las búsquedas.
Históricamente, el SEO se centró en la relación entre lo que los usuarios escriben y lo que los motores de búsqueda devuelven. Sin embargo, la parte más descuidada siempre fue la intención detrás de esas búsquedas.
Con la IA, esta brecha comienza a llenarse. Las herramientas de IA comprenden mejor el contexto y el comportamiento del usuario, permitiendo respuestas más refinadas y completas — algo que Pedro ya vislumbraba desde 2014, cuando surgió el concepto de «slow search», proponiendo resultados menos inmediatos y más profundos.
Este nuevo escenario trae una división clara: por un lado, la búsqueda instantánea (respuestas rápidas y simples), y por otro, la búsqueda asíncrona (más profunda y elaborada), muchas veces realizada por IAs en lugar de humanos.
Lo que cambia es la estructura del propio sistema de búsqueda, que deja de priorizar solo la velocidad y pasa a considerar la profundidad, el contexto y la relevancia. Y es ahí donde el SEO se fortalece, en lugar de desaparecer.
Pedro argumenta que, lejos de volverse obsoleto, el SEO se está volviendo más complejo y más importante. Después de todo, si los nuevos «usuarios» de las búsquedas son IAs, es necesario estructurar los contenidos para que estos agentes puedan comprenderlos y utilizarlos de manera eficiente.
Los profesionales con experiencia en SEO técnico y arquitectura de la información estarán en el centro de esta transformación, ayudando a las empresas a organizar sus datos para humanos y máquinas.
La llamada «era de las palabras clave» está dando paso a la «era de la arquitectura de la información». El foco deja de ser solo rankear bien en Google y pasa a ser hacer que la información sea accesible, comprensible y útil — no solo para los usuarios, sino también para los sistemas automatizados.
En otras palabras, GEO y LEO son solo nuevos disfraces para el mismo objetivo: optimizar la presencia y la utilidad del contenido en el ecosistema digital. Y eso, al fin y al cabo, siempre ha sido SEO.