En los últimos años, la demanda de energía de las grandes empresas tecnológicas ha aumentado drásticamente, impulsada principalmente por el crecimiento de la inteligencia artificial y la computación en la nube.
Para enfrentar este desafío de manera sostenible, Google, Amazon y Meta han anunciado un compromiso ambicioso: triplicar la capacidad de energía nuclear en el mundo para 2050.
El acuerdo fue firmado durante la CERAWeek, uno de los principales eventos del sector energético, celebrado en Houston, Estados Unidos.
Pero, ¿por qué la energía nuclear? A diferencia de las fuentes tradicionales, como el carbón y el gas natural, la energía nuclear no emite gases de efecto invernadero durante la generación de electricidad.
Además, ofrece una producción estable y continua, a diferencia de las fuentes renovables como la solar y la eólica, que dependen del clima.
Este factor es esencial para los gigantes tecnológicos, que necesitan garantizar un suministro constante de energía para mantener sus centros de datos operando sin interrupciones.
Google, por ejemplo, reveló que sus emisiones de carbono aumentaron un 48% desde 2019, principalmente debido al alto consumo de energía de sus servidores y la cadena de suministro.
Amazon y Meta también demuestran preocupación por el impacto ambiental de sus operaciones y han estado buscando alternativas energéticas más limpias.
Para acelerar esta transición, las tres empresas ya están invirtiendo en nuevas tecnologías nucleares, como los pequeños reactores modulares (SMR), que son más compactos, eficientes y pueden construirse más cerca de la red eléctrica.
En los últimos meses, estas compañías han cerrado importantes acuerdos en el sector. Meta ha solicitado propuestas para el desarrollo de nuevos proyectos nucleares en Estados Unidos, mientras que Amazon ha firmado contratos para la construcción de varios SMR.
Google, por su parte, ha anunciado un acuerdo sin precedentes para comprar energía de reactores nucleares desarrollados por la startup californiana Kairos Power, con previsión de entrada en operación a finales de la década.