El Google está trabajando en una nueva forma de hacer más simple y transparente la manera en que los sitios solicitan permisos sensibles en el navegador, como el acceso a la cámara, micrófono y ubicación.
La propuesta, llamada Page Embedded Permission Control (PEPC), ha sido probada desde 2024 y, a pesar de enfrentar resistencia inicial de empresas como Mozilla y Apple, ahora comienza a ganar más aceptación en el mercado.
En la práctica, el PEPC permite que los propios sitios incluyan botones en sus páginas para pedir permisos directamente a los usuarios, utilizando elementos HTML. Esto ayudaría a reducir aquellas situaciones confusas en las que, por ejemplo, alguien intenta entrar a una reunión en línea y se da cuenta de que el micrófono o la cámara no están funcionando porque, sin querer, el permiso fue denegado anteriormente.
Google argumenta que el modelo actual de permisos en la web es confuso y, muchas veces, lleva a los usuarios a cometer errores sin darse cuenta.
Detrás de este cambio hay una antigua discusión sobre a quién debe priorizar el navegador: el usuario, el dueño del sitio o el propio desarrollador del navegador.
Google defiende que el PEPC trae más claridad y control para los usuarios, evitando situaciones en las que los permisos son concedidos sin querer o bloqueados de manera equivocada. Además, el nuevo modelo quiere dificultar prácticas que obligan al usuario a aceptar permisos mediante interfaces engañosas.
Después de ajustes realizados en los últimos meses, Mozilla ha señalado que ahora ve la propuesta con buenos ojos, siempre que se implementen algunas mejoras. La empresa defiende, por ejemplo, que cada tipo de permiso, como cámara, micrófono y ubicación, tenga su propio control, y que ciertos accesos solo sean solicitados en el momento real de uso.
La discusión continúa, pero el avance muestra que hay un movimiento en busca de una internet más clara y segura al momento de gestionar permisos.