Un aroma salado y ahumado en el sur de España solo puede significar una cosa: es temporada de espetos. El Doodle de hoy (¡hecho a mano con arcilla!) celebra el sabor del verano, un plato español popular de espeto de sardinas que tradicionalmente se asan en madera sobre la playa.
En este día, en 2006, la ciudad de Málaga inauguró una estatua del Espetero, la persona que hace los espetos de sardinas, para celebrar el trabajo tradicional.
Espeto recibe su nombre de la palabra española «espetar», que significa «ensartar». Los orígenes de la merienda se remontan al final del siglo XIX en Málaga, España. Los pescadores hambrientos ensartaban peces y clavaban trozos de madera en la arena junto a una hoguera para una comida rápida.
Con el tiempo, la gente experimentó haciendo espetos con besugos, lubinas e incluso calamares, pero las sardinas se convirtieron en la opción más común. Consejo interno: los espetos se comen solo en los meses que no tienen la letra «R» en su nombre y nunca en un lunes, ya que no hay mercados de pescado los lunes.
Hoy en día, el espeto sigue siendo una merienda celebrada junto al mar, pero el trabajo de preparación ha cambiado a barcos llenos de arena y hogueras. Los chefs ensartan seis sardinas en un espeto, las sazonan con sal y las asan sobre fuego de leña abierto.
Una vez que están completamente cocidas, las sardinas doradas se rocían con jugo de limón. Las sardinas son más jugosas durante los meses de verano, lo que les brinda aún más sabor.