El Google aún no ha logrado llegar a un acuerdo con empresas como Skyscanner, Booking.com y otras plataformas especializadas sobre la forma en que sus resultados de búsqueda son presentados en Europa.
La disputa gira en torno a la acusación de que el buscador favorece sus propios servicios, como Google Shopping, Google Hotels y Google Flights, dejando a los competidores en desventaja.
La falta de consenso coloca a la empresa en riesgo de sufrir una multa pesada con base en la nueva legislación europea.
Durante un taller realizado por la Comisión Europea los días 7 y 8 de julio, Google presentó nuevas propuestas para intentar adecuarse a las exigencias del Digital Markets Act, una legislación creada para contener abusos de poder por parte de las grandes empresas de tecnología.
La ley prevé sanciones que pueden llegar al 10% del facturación global anual de las empresas que violen sus reglas.
Según las opciones presentadas por Google, competidores como Skyscanner, Kelkoo y Booking.com tendrían sus servicios destacados en cajas en la parte superior de la página de resultados, mientras que hoteles, compañías aéreas y restaurantes continuarían siendo listados en posiciones inferiores.
La propuesta, sin embargo, no agradó a todos. Para el CEO de Skyscanner, Bryan Batista, los cambios aún favorecen al propio Google y pueden confundir a los consumidores.
El abogado de Google, Oliver Bethell, afirmó en una publicación en LinkedIn que la empresa viene buscando el diálogo con el mercado, pero que es preciso cerrar este debate de forma equilibrada, teniendo en cuenta los millones de usuarios y negocios que dependen de la búsqueda en Europa.
Por otro lado, abogados que representan a los reclamantes creen que Google intenta desviar el foco de la verdadera cuestión: su propia conducta en el mercado de búsquedas.