Google inició esta semana la liberación oficial de Android 16, su más nueva versión del sistema operativo.
Pero, junto con las novedades, una ausencia importante llamó la atención de los desarrolladores y generó preocupaciones sobre el futuro de Android de código abierto.
La empresa no liberó los llamados repositorios de hardware y árboles de dispositivos de los aparatos Pixel, lo que impacta directamente la creación de ROMs personalizadas.
Para quienes no están familiarizados, las ROMs personalizadas son versiones alternativas de Android creadas por desarrolladores independientes. Ofrecen más control, recursos extras o actualizaciones en aparatos antiguos.
Para que estas ROMs puedan ser desarrolladas, los programadores necesitan tener acceso a algunos archivos específicos, como drivers e informaciones detalladas sobre los componentes de los celulares Pixel, que suelen servir de referencia para todo el proyecto Android.
Con la ausencia de estos archivos, el desarrollo de estas versiones alternativas se vuelve mucho más difícil.
Tras la repercusión negativa, el vicepresidente de Android, Seang Chau, se pronunció para aclarar la situación. Según él, el Android Open Source Project (AOSP), que es la base abierta del sistema, continúa vivo y con el apoyo de Google.
La empresa también reforzó su compromiso con las actualizaciones del AOSP, indicando que no hay planes de cierre del proyecto. Sin embargo, hasta el momento, no ha habido confirmación oficial sobre cuándo o si los archivos de los dispositivos Pixel serán liberados.
Aún según Chau, el AOSP cuenta con dispositivos de referencia alternativos, como el Cuttlefish y los GSIs (Generic System Images), que están disponibles en GitHub para pruebas y desarrollo.
A pesar de esto, la comunidad teme que, sin acceso a los archivos de los Pixels, el número de ROMs personalizadas disminuya en los próximos meses.
La expectativa ahora es que Google dé marcha atrás y ponga a disposición estos recursos esenciales pronto.