Durante una audiencia antimonopolio, Elizabeth Reid, vicepresidenta y gerente general de Búsqueda de Google, se defendió de las acusaciones de que el lanzamiento del Chatbot Bard fue apresurado para competir con Microsoft.
Estas acusaciones surgieron cuando Microsoft estaba a punto de anunciar su propia versión de búsqueda, alimentada por la tecnología innovadora del ChatGPT desarrollado por OpenAI.
Google hizo un anuncio sobre Bard, considerado por algunos como un producto inacabado y que recibió críticas después de una demostración pública fallida.
Reid negó que Google haya actuado apresuradamente para superar a Microsoft, enfatizando que la tecnología del chatbot todavía está en una etapa inicial y propensa a errores.
«No creo que puedas llegar a esa conclusión. El anuncio de Microsoft también contenía varios errores. La tecnología es muy incipiente. Comete errores. Es por eso que dudamos en presentarlo», dijo Reid.
Sin embargo, la estrategia de Google ha generado dudas sobre su integridad y confiabilidad, especialmente porque la empresa destaca la importancia de la «confiabilidad» en sus directrices de E-A-T (Experiencia, Autoridad, Confianza).
La controversia en torno al lanzamiento de Bard, que dio una respuesta incorrecta durante una demostración pública, ha suscitado preocupaciones sobre las limitaciones de los modelos de lenguaje avanzados (LLM).
La prisa de Google por anunciar Bard antes que Microsoft resultó en críticas y en la pérdida de 100 mil millones de dólares en valor de mercado para Alphabet.
Este episodio destaca no solo la intensa competencia entre las empresas de tecnología para desarrollar asistentes de IA avanzados, sino también la importancia de la transparencia y la confiabilidad al poner a disposición del público en general estas tecnologías innovadoras.