El gobierno estadounidense está sugiriendo, en un caso antimonopolio en EE.UU., que Google sea obligado a deshacerse del navegador Chrome.
En la visión de las autoridades, tal acción ayudaría a disminuir el dominio del buscador y permitiría una competencia más justa, especialmente en un escenario cada vez más influenciado por la inteligencia artificial.
El juez responsable del caso, Amit Mehta, está evaluando las medidas que pueden ser adoptadas después de haber decidido, en 2023, que Google mantenía un monopolio ilegal en las búsquedas.
Entre las propuestas, está el fin de los acuerdos entre Google y fabricantes como Apple y Samsung, que hoy ayudan a mantener el buscador como predeterminado en sus dispositivos.
La idea es dar más espacio para que otras empresas puedan competir en igualdad, principalmente ahora, con el ascenso de herramientas como ChatGPT, de OpenAI, y Perplexity, que usan IA para responder directamente a las preguntas de los usuarios.
Google, por su parte, argumenta que no hay evidencias de que las personas elegirían otro buscador incluso si estos acuerdos fueran deshechos.
“No hay ninguna prueba de que las personas habrían optado por otro mecanismo de búsqueda si estos acuerdos de exclusividad no existieran”, dijo el abogado de la empresa, John Schmidtlein.
“De las cerca de 100 testigos escuchados en el juicio, ninguna dijo que ‘si yo tuviera más flexibilidad, habría instalado el mecanismo de búsqueda de Bing’”.
La empresa también afirma que forzar la venta de Chrome no aumentaría la competencia, pero podría perjudicar la innovación, afectar negativamente los productos y, al final, dejar a los usuarios con menos opciones de calidad.
Otro punto destacado por el abogado fue el impacto negativo que una posible separación del navegador podría causar.
Él afirmó que “cualquier Chrome separado sería una sombra del actual Chrome” y preguntó: “¿Y, una vez en ese escenario, cómo decir que alguien saldría ganando con eso?”
La defensa de Google sostiene que medidas como la venta de Chrome no fomentarían la competencia, sino que “entorpecerían la innovación, perjudicarían a empresas más pequeñas y dejarían a los usuarios con productos peores”.
Además, según la defensa, más del 80% de los usuarios de Chrome están fuera de los Estados Unidos, lo que haría que una posible separación fuera aún más compleja y con impacto global.
Otro punto polémico es el pedido para que Google comparta datos con empresas competidoras.
“Existen incontables algoritmos que los ingenieros de Google inventaron que no tienen nada que ver con datos de clics o consultas”, afirmó Schmidtlein, alertando que “pedir compartir esta tecnología no es proporcional a la conducta del caso”.
Google anuncia apelación contra decisión antitrust y espera juicio final
Google anunció este sábado (30) que apelará la decisión que lo consideró culpable de prácticas anticompetitivas.
La empresa reforzó su posición en las redes sociales, afirmando que «todavía creemos firmemente que la decisión original del tribunal estaba equivocada y esperamos nuestra eventual apelación».
La decisión del juez sobre las medidas que pueden aplicarse, llamadas «remedios», está prevista para ser divulgada hasta agosto de 2025.
Google también criticó la propuesta del Departamento de Justicia de EE.UU., diciendo que «reserva al gobierno la decisión de quién puede acceder a los datos de los usuarios de Google, y no al tribunal».
La empresa también destacó que, a pesar de las discusiones sobre ayudar a competidores como Bing, poco se ha hablado sobre los beneficios para los consumidores.
Para intentar mitigar, Google sugirió medidas más limitadas, como permitir que los fabricantes preinstalen su tienda de aplicaciones Google Play, pero sin incluir el navegador Chrome o el motor de búsqueda.