Google ha actualizado recientemente las normas para las extensiones de Chrome, estableciendo que los enlaces de afiliados solo podrán ser insertados cuando haya una acción directa del usuario y un beneficio real involucrado.
La decisión llega en medio de polémicas que involucran a la extensión Honey, de PayPal, que fue acusada de modificar enlaces de afiliados sin el conocimiento de los usuarios y de influencers que promovían el servicio.
El caso ganó repercusión hace dos meses, cuando el YouTuber MegaLag publicó una investigación detallada sobre el funcionamiento de Honey.
La extensión, que se presentaba como una herramienta para encontrar cupones de descuento, fue acusada de sustituir enlaces de recomendación de influencers por los suyos propios, asegurando comisiones para sí misma y perjudicando a creadores de contenido que dependen de estas asociaciones.
Con las nuevas directrices, Google ha dejado claro que prácticas como esta ya no serán toleradas. Según la empresa, «los enlaces, códigos o cookies de afiliados solo pueden incluirse cuando la extensión ofrece un beneficio directo y transparente al usuario».
Además, las extensiones que inyectan enlaces sin ofrecer descuentos, reembolsos o donaciones, o que lo hacen sin ninguna acción del usuario, ahora se consideran irregulares.
Sin embargo, la decisión divide opiniones. Mientras que muchos ven la medida como una protección necesaria contra abusos, otros creen que Google puede estar utilizando su posición dominante para restringir ciertos modelos de negocio.
En los comentarios de un artículo de The Verge, algunas personas señalan que la empresa puede estar exagerando al regular este tipo de prácticas.
Por otro lado, hay quienes defienden que Google tiene el derecho de definir las reglas dentro de su propia plataforma, garantizando una experiencia más justa y transparente para los usuarios.