Google está probando un nuevo modelo de inteligencia artificial llamado Claybrook, diseñado específicamente para ayudar en el desarrollo de interfaces web (UI/UX).
A diferencia de las herramientas que solo generan códigos listos para usar, esta IA utiliza aprendizaje por refuerzo, una técnica que le permite mejorar sus soluciones basándose en comentarios, priorizando diseños funcionales y agradables para los usuarios.
El gran atractivo de Claybrook es su capacidad de creatividad y adaptación. No se limita a repetir patrones: puede proponer diseños innovadores, refinando sus sugerencias hasta alcanzar un resultado equilibrado entre estética y usabilidad.
Esto puede ser un gran aliado para diseñadores y desarrolladores que necesitan inspiración o soluciones eficientes para proyectos web.
Sin embargo, aún hay desafíos. En tareas más largas y complejas, como la construcción completa de un sitio web, el modelo puede perder eficiencia, ya que maneja mejor problemas cortos y objetivos.
En otras palabras: es excelente para ayudar en etapas específicas, pero aún no reemplaza el razonamiento humano en procesos más elaborados.
A pesar de las limitaciones, Claybrook representa un avance prometedor. Si se perfecciona, podría convertirse en una herramienta valiosa para agilizar y mejorar el trabajo de creación de interfaces.