🌐 Principales puntos destacados:
- Google financia un grupo que acusa a Microsoft de favorecer a Edge en Windows.
- La disputa recuerda al caso antimonopolio de los años 1990 contra el Internet Explorer.
- La rivalidad en inteligencia artificial aumenta la tensión entre las empresas.
El Google está apoyando financieramente a la Browser Choice Alliance, una coalición formada por navegadores más pequeños como Opera y Vivaldi.
El grupo acusa a Microsoft de usar Windows para dar ventajas injustas a su navegador Edge, dificultando que los usuarios elijan alternativas.
La situación recuerda directamente a las llamadas «guerras de los navegadores» de los años 1990, cuando Microsoft fue demandada por integrar el Internet Explorer a Windows, perjudicando a competidores como Netscape.
El caso resultó en una derrota judicial que retrasó a la empresa por más de una década.
Lo que está en juego ahora
La disputa actual no es solo sobre navegadores. Ocurre en un momento en que la inteligencia artificial se está convirtiendo en el nuevo campo de batalla tecnológico.
El navegador es visto como un punto estratégico para integrar asistentes de IA y servicios en línea, lo que hace que la elección del usuario sea aún más relevante.
Para Microsoft, que vive una fase de recuperación bajo el liderazgo de Satya Nadella, mantener a Edge como puerta de entrada a sus servicios de IA es crucial.
Para Google, garantizar que los usuarios tengan la libertad de elegir otros navegadores también significa proteger su propio ecosistema y el acceso a su buscador.
La formación de la Browser Choice Alliance
La Browser Choice Alliance fue lanzada oficialmente el 26 de noviembre de 2024. Su objetivo declarado es combatir los llamados «patrones oscuros», prácticas de diseño que inducen al usuario a tomar decisiones que favorecen a Microsoft, como dificultar el cambio del navegador predeterminado.
El grupo defiende que Windows presente de forma clara y neutral las opciones de navegadores disponibles, permitiendo que el usuario elija sin obstáculos.
Esta reivindicación refleja medidas que la Unión Europea ya ha adoptado en el pasado, obligando a Microsoft a ofrecer una pantalla de selección de navegadores.