En los últimos días, las acciones de las mayores empresas tecnológicas del mundo — conocidas como las «Siete Magníficas» (Apple, Microsoft, Amazon, Alphabet/Google, Meta, Nvidia y Tesla) — han sufrido una caída pronunciada tras el anuncio de un nuevo paquete de tarifas comerciales del expresidente Donald Trump.
Entre ellas, Apple fue la más afectada, pero Google, representado por Alphabet, también se vio impactado y podría enfrentar nuevos desafíos en los próximos meses.
El plan de tarifas comenzó a regir el 5 de abril, con un cobro del 10% sobre todas las importaciones a los Estados Unidos.
A partir del 9 de abril, las medidas se vuelven aún más duras, con la implementación de tarifas «recíprocas» para países considerados desleales en los intercambios comerciales con EE.UU. — incluyendo China, India, Japón, Corea del Sur, Taiwán y Vietnam.
Estos países son piezas clave en la cadena de producción de diversos productos electrónicos y servicios digitales.
Para Google, estos cambios podrían elevar los costos operativos de dispositivos como los smartphones Pixel, las tabletas de la línea Pixel Tablet, los dispositivos Nest (como cámaras de seguridad y altavoces inteligentes), e incluso los Chromebooks — muchos de los cuales son fabricados o ensamblados en países ahora directamente afectados por las nuevas tarifas.
Aunque el impacto inicial ha sido más moderado que en el caso de Apple, a largo plazo los efectos podrían presionar el margen de beneficio de la empresa e influir en los precios para los consumidores estadounidenses.
Además, hay un riesgo secundario, pero relevante: tarifas elevadas podrían reducir el poder adquisitivo de los consumidores y desacelerar la demanda de nuevos dispositivos y servicios — incluyendo los del ecosistema de Google.
La turbulencia ocurre justo en un momento en que el gigante de Mountain View intensifica su apuesta por la inteligencia artificial generativa y la integración de sus servicios a través de Android y Google Assistant.