Investigadores de Google, en colaboración con American Airlines y Breakthrough Energy, utilizaron inteligencia artificial (IA) para desarrollar mapas de predicción de estelas de condensación, con el objetivo de permitir que los pilotos elijan rutas que eviten la formación de estas nubes artificiales dejadas por los aviones.
Las estelas de condensación son responsables del 35% del impacto del calentamiento global causado por la aviación, según el informe del IPCC de 2022.
Mediante un análisis de datos, incluidas imágenes de satélite, información meteorológica y trayectorias de vuelo, los investigadores lograron reducir las estelas de condensación en un 54% durante pruebas de vuelos comerciales.
La formación de estelas de condensación ocurre cuando las aeronaves atraviesan capas de humedad en la atmósfera, y estas nubes pueden persistir durante minutos u horas, dependiendo de las condiciones.
Aunque durante el día pueden reflejar parte de la luz solar de regreso al espacio, también retienen una cantidad significativa de calor, contribuyendo al calentamiento global.
Evitar áreas propensas a la formación de estelas de condensación puede reducir este impacto. Las pruebas realizadas demostraron que es posible evitar las estelas de condensación en vuelos comerciales, reduciendo así el impacto climático de la aviación.
Los resultados obtenidos indicaron que los vuelos que evitaron la formación de estelas de condensación consumieron un 2% de combustible adicional.
Sin embargo, estudios recientes señalan que solo un pequeño porcentaje de vuelos necesita ajustarse para evitar la mayoría de las estelas de condensación. Esto significa que el impacto total en el consumo de combustible podría reducirse a alrededor del 0,3% en los vuelos de una aerolínea.
Basándose en las previsiones existentes, se estima que evitar las estelas de condensación a gran escala costaría entre $5 y $25 por tonelada de CO2e (equivalente de dióxido de carbono), convirtiéndose en una medida eficaz y de bajo costo para reducir el calentamiento global.