En un movimiento estratégico, Google anunció una asociación con la Linux Foundation para apoyar el proyecto de código abierto Chromium, la base tecnológica detrás de navegadores como Google Chrome, Microsoft Edge, Opera y Brave.
El anuncio llega en un momento delicado, ya que Google enfrenta debates sobre posibles medidas antimonopolio que podrían obligar a la empresa a desprenderse de Chrome u otras operaciones relacionadas.
La iniciativa, llamada Supporters of Chromium-Based Browsers, tiene como objetivo crear un entorno sostenible para los desarrolladores que contribuyen al proyecto Chromium, proporcionando apoyo financiero y técnico, y promoviendo avances continuos en el ecosistema.
Según Shruthi Sreekanta, gerente de programas de Google, el enfoque es garantizar que los navegadores basados en Chromium puedan seguir evolucionando de manera colaborativa y abierta, en beneficio de toda la comunidad.
Actualmente, Chromium es ampliamente utilizado por navegadores populares, representando aproximadamente el 68% del mercado global al sumar los números de Chrome y navegadores derivados.
A pesar de que este dominio favorece la estandarización de la web, también genera preocupaciones sobre la diversidad tecnológica, ya que motores alternativos como Gecko (Mozilla Firefox) y WebKit (Apple Safari) han visto disminuir su participación de mercado.
Con esta nueva asociación, Google espera que otras empresas que utilizan Chromium aumenten sus contribuciones al proyecto, equilibrando la dependencia tecnológica.
Sin embargo, los críticos advierten sobre los riesgos de una concentración excesiva en el ecosistema Chromium, algo que podría limitar la innovación en la web.
Como ya han señalado expertos, «la construcción del futuro de la web debe ser un esfuerzo colectivo, y no dictado por una sola empresa.»