Imagina un rompecabezas que los científicos tardaron una década en armar, pero que una inteligencia artificial logró resolver en solo dos días.
Eso fue exactamente lo que ocurrió cuando investigadores del Imperial College London, en el Reino Unido, decidieron usar una nueva herramienta de IA de Google para entender cómo ciertos superbacterias — bacterias resistentes a los antibióticos — logran infectar diferentes especies de bacterias.
El problema es serio: la resistencia antimicrobiana (RAM) es una de las mayores amenazas para la salud global, causando millones de muertes al año.
Los superbacterias son microbios que han evolucionado para sobrevivir a medicamentos que antes los mataban, y entender cómo se propagan es crucial para combatirlos.
El equipo de científicos, liderado por José Penadés, pasó años estudiando un tipo específico de superbacteria, conocido como cf-PICIs, que infecta bacterias.
Sospechaban que estos virus «robaban» partes de otros virus para volverse más peligrosos, pero confirmar esta hipótesis llevó mucho tiempo.
Fue entonces cuando la IA de Google entró en escena. Los investigadores decidieron probar la herramienta, diseñada para colaborar con científicos, y formularon una pregunta sencilla: ¿cómo logran estos superbacterias infectar diferentes bacterias?
En solo dos días, la IA sugirió la misma respuesta que los científicos habían descubierto tras años de investigación. La herramienta analizó datos disponibles, propuso hipótesis y llegó a la conclusión correcta en un tiempo récord.
El descubrimiento fue tan impresionante que Penadés llegó a cuestionarse si la IA tenía acceso a sus investigaciones no publicadas. Google aseguró que no. Los resultados fueron divulgados en febrero en el servidor bioRxiv, pero aún esperan revisión por parte de otros científicos.
A pesar del éxito, es importante recordar que la IA no sustituye el trabajo de los investigadores. Puede acelerar el proceso, sugiriendo hipótesis y eliminando caminos que no llevan a ninguna parte, pero los experimentos aún deben realizarse en el laboratorio.
Además, el uso de IA en la ciencia sigue generando debates, ya que hay preocupaciones sobre resultados imprecisos o incluso fraudulentos.
Sin embargo, esta historia muestra cómo la inteligencia artificial puede ser una aliada poderosa en la lucha contra problemas complejos, como la resistencia a los antibióticos.