Un informe publicado por el sitio web Business Insider reveló una información bastante curiosa sobre los bastidores del desarrollo de la inteligencia artificial de Google.
Según el documento, la empresa habría utilizado respuestas del ChatGPT, de OpenAI, como base para mejorar el rendimiento de Gemini, su modelo de IA.
De acuerdo con la publicación, equipos tercerizados contratados por Scale AI, socia de Google, generaron miles de respuestas utilizando el propio ChatGPT. A continuación, estas respuestas fueron comparadas directamente con los resultados de Bard, nombre anterior de Gemini.
El objetivo era claro: refinar las respuestas del modelo de Google y ponerlo al mismo nivel, o incluso superior, al chatbot de OpenAI.
El informe también señala que estos profesionales recibían bonificaciones de hasta el 15% si lograban generar mejoras que colocaran a Gemini por encima del rendimiento del ChatGPT.
Sin embargo, hay una cuestión importante en este escenario: los términos de uso de OpenAI prohíben explícitamente que sus respuestas sean utilizadas para entrenar modelos de la competencia.
A pesar de esto, Scale AI negó cualquier irregularidad, afirmando que las actividades forman parte de evaluaciones comunes en la industria de la inteligencia artificial.
En los últimos días, la relación entre Google y Scale AI se ha deteriorado después de que Meta, propietaria de Facebook, adquiriera el 49% de Scale AI en un negocio valorado en 14.800 millones de dólares.
Este movimiento no habría agradado a Google, que, según información de Reuters, ya estudia terminar su asociación con la empresa.
Actualmente, Google es el mayor cliente de Scale, con un contrato estimado en hasta 200 millones de dólares para 2025, fundamental para el suministro de datos que ayudan en el desarrollo de Gemini.