La Justicia de los Estados Unidos mantuvo una importante decisión contra Google en un proceso iniciado por Epic Games.
Un tribunal de San Francisco rechazó el recurso de la empresa y confirmó la sentencia anterior: Google estará obligado a hacer que su tienda de aplicaciones, la Play Store, sea más abierta a la competencia.
Esta disputa comenzó en 2020, cuando Google retiró el juego Fortnite de la tienda después de que Epic Games permitiera pagos directos dentro de la aplicación, sin pasar por la tarifa del 30% cobrada por Google.
En respuesta, Epic demandó al gigante tecnológico, alegando que estaba abusando de su posición dominante en el mercado de aplicaciones Android.
Con la decisión mantenida, la Play Store deberá permitir la instalación de tiendas de aplicaciones de terceros directamente a través de la propia tienda de Google.
Además, los desarrolladores independientes podrán tener acceso al catálogo de la plataforma, creando un entorno más competitivo y con más opciones para los usuarios.
Aunque la implementación se pospuso durante el proceso de apelación, ahora, con el rechazo del recurso, Google tiene un plazo de hasta tres años para cumplir con la nueva regla.
El cambio podría redefinir la forma en que las aplicaciones se distribuyen en el ecosistema Android, fomentando más libertad e innovación para desarrolladores y consumidores.
Actualización: Tras el fallo judicial que obligaba a Google a abrir su tienda de aplicaciones, un tribunal de apelaciones de EE. UU. suspendió temporalmente la medida.
Esto significa que, por ahora, la Play Store seguirá funcionando como hasta ahora, mientras Google intenta revertir la decisión original. La empresa argumenta que los cambios podrían afectar su competitividad y la seguridad del ecosistema Android.
El plazo actual para una nueva resolución es hasta el 8 de agosto, y el caso incluso podría llegar a la Corte Suprema de Estados Unidos.
La disputa, que comenzó en 2020 tras la eliminación de Fortnite de la tienda, sigue siendo una de las más relevantes del sector tecnológico y podría definir el futuro de la distribución de aplicaciones en Android.