Un reciente informe de Bloomberg reveló que trabajadores humanos son responsables de entrenar al chatbot de inteligencia artificial de Google, llamado Bard.
Miles de contratistas de empresas como Appen y Accenture trabajan bajo presión para asegurarse de que las respuestas del chatbot sean precisas, confiables y libres de prejuicios.
Sin embargo, los trabajadores, muchos de los cuales ganan solo $14 por hora, afirman estar bajo una creciente presión y a menudo no tienen la especialización necesaria en el área en la que trabajan.
Los contratistas son responsables de revisar las respuestas del chatbot, identificar errores y eliminar posibles prejuicios. Trabajan con instrucciones complejas y plazos ajustados, a menudo de solo tres minutos.
Según los documentos compartidos con Bloomberg, a menudo se les pide a los contratistas que decidan si las respuestas del modelo de inteligencia artificial contienen evidencia verificable y analicen las respuestas en términos de especificidad, actualidad de la información y coherencia.
El informe destaca que, aunque los chatbots de inteligencia artificial como Bard se consideran avances tecnológicos innovadores, su eficacia depende del trabajo de los contratistas humanos.
Sin embargo, los trabajadores afirman que sus precarias condiciones de trabajo pueden afectar la calidad de los productos de inteligencia artificial.
Los contratistas son una parte indispensable del entrenamiento de la inteligencia artificial y sus voces y preocupaciones deben ser escuchadas y atendidas para garantizar el desarrollo continuo de productos de inteligencia artificial confiables, precisos y éticos.