La más reciente actualización del algoritmo de búsqueda de Google, completada en junio de 2025, puede no haber causado tanto revuelo entre usuarios y profesionales de SEO, pero trajo cambios importantes entre bastidores.
Sin grandes caídas o picos abruptos, la actualización dio señales de ser más refinada y técnica, indicando que las mejoras pueden haber ocurrido de forma más precisa y estratégica.
Dos avances internos anunciados recientemente por Google ayudan a entender qué hay detrás de esta actualización: el nuevo sistema de recuperación de información MUVERA y el GFM, un modelo de inteligencia artificial basado en grafos.
Juntos, estos dos recursos parecen haber elevado la capacidad de Google para entregar resultados más relevantes y confiables, aunque de forma casi imperceptible para el público en general.
MUVERA es una tecnología que hace la búsqueda más eficiente al reducir drásticamente la cantidad de páginas candidatas analizadas por el sistema, enfocándose solo en las más relevantes.
Con este enfoque, Google logra ahorrar tiempo y recursos sin perder calidad, ofreciendo resultados más alineados con lo que el usuario busca.
Por otro lado, el GFM (Graph Foundation Model) permite que la inteligencia artificial de Google identifique patrones entre datos y contextos diferentes, como conexiones entre sitios, enlaces e incluso señales de spam, incluso cuando estas relaciones no estaban mapeadas previamente.
En la práctica, todo esto contribuye a que Google identifique mejor qué es contenido útil, confiable y de calidad, reforzando el compromiso de la empresa con la entrega de información más satisfactoria.