Durante el juicio antimonopolio que podría obligar a Google a deshacerse de activos estratégicos, una declaración de OpenAI encendió una nueva alerta en el sector tecnológico.
Nick Turley, jefe de ChatGPT, afirmó que la empresa estaría interesada en adquirir el navegador Google Chrome en caso de que se ponga a la venta por decisión judicial.
La declaración, hecha bajo juramento, rápidamente generó especulaciones: ¿qué pasaría si el navegador más usado del mundo pasara a ser controlado por la principal empresa de IA del momento?
El interés de OpenAI tiene sentido desde el punto de vista estratégico. Hoy, el mayor desafío para la empresa es alcanzar a los usuarios a gran escala, especialmente en los dispositivos Android, que ya vienen con Gemini, el asistente de IA del propio Google, preinstalado.
Con Chrome en sus manos, OpenAI tendría un canal directo con miles de millones de personas en todo el mundo, pudiendo ofrecer una experiencia «AI-first», es decir, totalmente centrada en la inteligencia artificial desde el momento en que el usuario abre el navegador.
Sobre el papel, parece prometedor: un navegador rediseñado para anticipar tus necesidades, responder con inteligencia y ofrecer atajos personalizados basados en IA.
Pero la realidad trae un punto de atención importante: Google Chrome tiene más del 60% de participación en el mercado global.
Esto significa que, al combinar el navegador con sus herramientas de IA, OpenAI podría transformarse en el nuevo «guardián» de Internet, es decir, la empresa por la que casi todo pasa. En la práctica, estaríamos cambiando un monopolio por otro.
Es curioso observar cómo una medida pensada para reducir el poder de Google podría terminar transfiriendo esa influencia a otra gigante emergente.
OpenAI ya domina el imaginario popular con ChatGPT, DALL·E, Codex y otras soluciones de IA. Al unir este ecosistema con el navegador más utilizado del planeta, tendría una ventaja inmensa en la carrera por integrar la inteligencia artificial en la vida cotidiana de las personas, hasta el punto de volverse prácticamente imbatible.
Por eso, los expertos ya plantean un nuevo debate: ¿al intentar corregir el monopolio de Google, el mercado estaría creando las bases para un monopolio de OpenAI?