Aunque la inteligencia artificial se ha convertido en una poderosa aliada en la vida diaria de millones de personas, informes recientes están llamando la atención sobre un posible efecto secundario inesperado: la llamada “psicosis del ChatGPT”.
Aún extremadamente rara, esta condición ha sido observada en algunos usuarios que han desarrollado delirios y comportamientos extremos después de interacciones intensas con el chatbot de OpenAI, Google Gemini y otros chatbots.
Uno de los casos más divulgados involucra a un hombre que comenzó a usar la IA para optimizar el funcionamiento de su empresa. Con el paso del tiempo, empezó a creer que había despertado una conciencia artificial y que tenía una misión de salvar al mundo.
Incluso sin historial de trastornos mentales, presentó un comportamiento tan descontrolado que tuvo que ser internado en una clínica psiquiátrica.
Otro episodio similar fue relatado por un hombre que, durante diez días de uso intenso de la IA, entró en un estado de paranoia y confusión. Según él, llegó a intentar comunicarse “hacia atrás en el tiempo” con un policía. Su esposa percibió el comportamiento fuera de lo común y buscó ayuda médica. El paciente también fue internado para tratamiento.
Los especialistas aún no saben explicar cómo estas situaciones pueden ocurrir. Incluso los propios desarrolladores de OpenAI reconocen que no hay una comprensión clara de los mecanismos que llevarían a este tipo de colapso psicológico.