En medio de la intensa competencia por talento en IA, el cofundador de Google, Sergey Brin, asumió un papel personal para evitar que un valioso empleado dejara la empresa por OpenAI.
Brin llamó directamente al empleado, expresando su aprecio por su trabajo y ofreciendo promesas y compensaciones adicionales.
El esfuerzo de Brin tuvo éxito, con el empleado optando por quedarse en Google.
La guerra por el talento en IA se ha intensificado en los últimos años, con empresas como Meta y OpenAI ofreciendo paquetes atractivos y salarios exorbitantes para atraer a los mejores especialistas.
Sin embargo, Google parece estar dispuesto a ir más allá para mantener su ventaja competitiva. La participación personal de Brin subraya la importancia que Google atribuye a sus empleados de IA.