El Doodle de hoy celebra a Arthur Friedenreich, futbolista brasileño y primer jugador negro en jugar profesionalmente en Brasil. En este día, en 1892, nació en São Paulo, hijo de un padre alemán inmigrante y una madre afrobrasileña.
Friedenreich nació solo cuatro años después de la abolición de la esclavitud en Brasil, cuando el fútbol estaba principalmente disponible solo para jugadores blancos. Solo pudo involucrarse en el deporte debido a su padre blanco, quien tenía conexiones con un club de fútbol para inmigrantes alemanes.
Friedenreich hizo su debut en el fútbol con el SC Germânia a los 17 años e impresionó de inmediato al público con sus habilidades para el regate. Después de establecerse como un jugador sólido, pudo cambiar de clubes de fútbol, mejorando sus habilidades en cada uno.
En tan solo cuatro temporadas, se convirtió en el máximo goleador de la liga de São Paulo con 16 goles, y se convertiría en el máximo goleador de la Liga Paulista en otras siete ocasiones.
Comenzó a jugar en la selección nacional brasileña en 1914. En su primer partido, Friedenreich perdió sus dos dientes frontales después de una entrada fuerte.
Aun así, terminó el partido, ganándose el apodo de «El Tigre» por su espíritu de lucha, dedicación y agilidad. En los años siguientes, jugó 23 partidos con la selección, convirtiéndose en el primero en marcar un hat-trick (¡3 goles en un solo partido!) en la Copa América.
A pesar de demostrar en repetidas ocasiones que tenía lo necesario para tener éxito en el fútbol, tuvo que alisarse el cabello y empolvar su piel antes de los partidos para parecer más europeo.
Sin embargo, sus métodos habituales para aclarar su piel no fueron suficientes para Argentina: las autoridades declararon que solo los jugadores blancos podían participar en la Copa América de 1921.
El presidente brasileño acató esta decisión y dejó fuera a Friedenreich del equipo, a pesar de sus habilidades para el regate. Este episodio se considera ampliamente como un momento clave que llevó a muchas personas a reflexionar sobre el papel de la discriminación racial en el deporte.
Friedenreich es recordado por haber anotado aproximadamente 1.329 goles hasta su retiro a los 43 años, aunque las anotaciones no fueron meticulosamente registradas durante su carrera.
Hay debates en curso sobre el número exacto, pero 1.329 lo convertiría en el máximo goleador de todos los tiempos del fútbol. Independientemente de eso, Friedenreich fue un jugador impresionante y memorable que cambió el fútbol para mejor.