En una entrevista reciente para el programa Morning Edition de NPR, Eric Schmidt, ex-CEO y presidente de Google, se manifestó en contra de la recomendación del Departamento de Justicia de los Estados Unidos (DOJ) de obligar a la venta del navegador Chrome.
La medida surge tras un juicio histórico en agosto, que concluyó que Google había violado leyes antimonopolio al consolidar un monopolio ilegal. Según Schmidt, la propuesta perjudica a los consumidores y es ineficaz para fomentar la competencia.
Schmidt argumentó que separar Chrome del ecosistema de Google comprometería la experiencia del usuario, que busca servicios integrados y seguros.
Según él, Chrome, líder del mercado de navegadores, terminaría siendo «reintegrado» de alguna manera por los consumidores y las propias empresas tecnológicas.
«Esta solución no funciona, perjudica a los consumidores y es simplemente una mala idea», afirmó. El exejecutivo también destacó que la verdadera forma de combatir los monopolios es promover la competencia, especialmente en áreas emergentes como la inteligencia artificial.
Otro tema abordado fue el intento del DOJ de interrumpir acuerdos multimillonarios entre Google y Apple, como el que establece que el buscador de Google sea predeterminado en los dispositivos de la fabricante del iPhone.
Schmidt defendió que dichos contratos son el resultado de negociaciones justas entre empresas competidoras y que las interferencias externas crean «estructuras artificiales» que pueden dañar tanto al mercado como a los consumidores.
«Si el problema es específico y puede resolverse legalmente, que así sea, pero no parece ser el caso aquí», señaló.
Schmidt aprovechó la oportunidad para hablar sobre su nueva obra, Genesis: Artificial Intelligence, Hope, and the Human Spirit, coescrita con Craig Mundie y el diplomático Henry Kissinger.
Expresó su preocupación por la velocidad de las transformaciones impulsadas por la inteligencia artificial y el impacto de esta tecnología en la sociedad.
«Estamos ante la llegada de una inteligencia no humana, algo que nunca hemos enfrentado en 100.000 años de historia», dijo.
Para él, el futuro depende de cómo la humanidad responda a estos desafíos, asegurándose de mantener el control sobre esta nueva era tecnológica.