En el juicio antimonopolio en curso en los Estados Unidos, la acusación sostiene que Google acumuló riqueza al asegurar que los estándares de búsqueda se mantuvieran sin cambios.
Según el gobierno, la empresa hizo acuerdos con operadores móviles, fabricantes de dispositivos y desarrolladores de navegadores para asegurarse de que su motor de búsqueda fuera el estándar en los teléfonos inteligentes.
La defensa de Google argumenta que su popularidad se debe a la calidad de su motor de búsqueda y que los pagos realizados a socios fueron una compensación justa.
Este caso tiene implicaciones significativas para las grandes empresas de tecnología, que a menudo son acusadas de prácticas anticompetitivas.
Google y otras empresas han enfatizado que sus servicios son gratuitos o accesibles como una forma de defender sus prácticas comerciales.
La acusación presentó testigos que mostraron los esfuerzos de Google por convertirse en el motor de búsqueda estándar en dispositivos móviles desde la década de 2000.
El gobierno argumenta que la influencia de Google en las búsquedas en línea ha resultado en la creación de monopolios en ciertos sectores de la publicidad en línea.
El resultado de este juicio podría llevar al juez Amit Mehta a ordenar que Google cambie sus prácticas o incluso a vender activos.