Durante la última semana, los usuarios de ChatGPT enfrentaron una interrupción significativa en el servicio. Aunque el acceso al sitio seguía funcionando, la inteligencia artificial no respondía y a menudo presentaba errores.
OpenAI confirmó que hubo fallas periódicas tanto en la plataforma ChatGPT como en la API asociada. La empresa inició una investigación para entender el problema y, al final, atribuyó el incidente a un ataque de denegación de servicio distribuido (DDoS).
El grupo de hackers activistas conocido como Anonymous Sudan reclamó la autoría del ataque. En su comunicado, el grupo afirmó que el motivo detrás de esta acción era una supuesta parcialidad en el algoritmo de ChatGPT, que favorecería a Israel y discriminaría a Palestina.
Como respuesta al ataque, OpenAI inició rápidamente los esfuerzos de mitigación y anunció que el incidente había sido resuelto, restaurando el funcionamiento normal de los servicios.